Hola!! Como ya puse en el apartado "viaja con tu perro" la semana que viene me marcho unos días con Othar a la playuqui !!!
Pensando en todo me gustaría llevarme el telefono de algún veterinario que tenga urgencias 24 horas, solo por precaución, espero no tener que utilizarlo pero no me gustaría que pasara algo, importante o no y encontrarme que no sé dónde acudir.
Voy a estar exactamente en Isla, Cantabria ¿alguien me puede facilitar un nombre y un número? Muchas gracias.
Mi vete tiene concertadas las urgencias con otro más grande de Bilbao así que te valdría en horario normal. Está en Laredo, no es caro: calle Comandante Villar (no recuerdo el número pero es el único que hay en esa calle). Tfno 942603445.
Hay otro en Laredo bastante bueno, justo según entras al pueblo. En Noja tienes dos (pero no he ido nunca aunque me han hablado bien de ellos) y creo que los dos están en el centro del pueblo. Al de Argoños NO LO LLEVES, es caro y un poco chapucero, le importa más lo que te saque de dinero que otra cosa.
En Santoña han puesto uno hace muy poco tiempo, así que no tengo referencias, te puedo poner luego el tfno que lo tengo en casa (creo recordar que tienen urgencias)
Para cosas más serias te dejo el que operó a mi nena en Santander. Tiene urgencias 24 horas y son caros eso aviso: Hospital Veterinario Elvira, Calle Juan Jose Perez del Molino N.13, Santander, tfno 942 236 825. Horario de 10 a 19 h de lunes a viernes y tienen urgencias 24 horas. Lo del horario a veces en verano lo cambian y cierran a mediodía y abren entonces hasta las 20 h. no sé ahora.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
Muchisimas gracias Nuria, siempre atenta y super eficaz!!
Yo creo que con estos ya tengo más que suficiente (espero que más que de sobra!!!) Me apunto los números para llevarlos.
El de Santoña: 942671664, urgencias 636604331, calle Méndez Núñez, 6 (enfrente de la única parada de taxis que tiene el pueblo)
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
