Ya estamos en casa. Sookie recibe mimitos mientras temblequea un poco y babea. Se está durmiendo, pero ella hace esfuerzos por no dormirse, no le gusta el collar isabelino, pero sin él, ya ha intentado tocarse la herida diez veces. Se ha escondido bajo la mesa de café y la del comedor, y ahora la tengo en mi brazo, moviéndose, mientras se le cae la cabecita del sueño... pero ya está hecho y a largo plazo, esto, es lo mejor para ella.
Gracias a Teresa y a Isa, el tiempo se me ha hecho más corto, pero como la última vez que pasé por esto, con Katty, salí tan contenta y al mes después falleció, como que esa espinita está un poco clavada y de ahí me daba un poco de yuyu. Ya sé que no tiene nada que ver, que mi Katty tenía 11 años, que la operación salió bien y todo eso... pero el miedo se queda igual. La verdad, ahora mismo no podría soportar perder nada más, aunque suene un poco pesimista y todo eso.
Ahora, echarle mucha paciencia, porque no se está quieta y hay que vigilarla, que en cuanto se ha despertado de la anestesia se ha arrancado la via y la ha destrozado, la vete decía que aquello parecía la matanza de Texas, y es que Sookie es un poco diablilla, así que lámpara y mil ojos a lo que es capaz de hacer, que esta la veo hasta capaz de convencer a Elliot pa que le quite los puntos a bocaos.
Muchas gracias a todos y mil besos.
