Quiero hacer criar a mi perra IV (cuidado de cachorros)
Quiero hacer criar a mi perra IV (cuidado de cachorros)
La temperatura corporal, es lo mas importante a tener en cuenta. Ello porque durante las primeras semanas de vida los cachorros no son capaces de generar calor por sí mismos y necesitan estar en contacto casi permanente con una fuente de calor para no llegar a padecer de una hipotermia, que resultaría mortal de necesidad si no es controlada a tiempo. Por eso es fundamental que pasen todo el tiempo posible con su madre, pero que incluso siendo así, en algún ángulo de la caja paridera se disponga una manta eléctrica (siempre envuelta en una toalla), que esté permanentemente enchufada a temperatura suave (igual a 38ºc). Los cachorros acudirán a ésa fuente de calor adicional de forma instintiva siempre que lo necesiten. Así por ejemplo si la madre se ausenta para comer o para salir a hacer sus necesidades, si los pequeños se desperdigan por el habitáculo o si la temperatura ambiental baja abruptamente.
Resulta igual de importante chequear el peso de los neonatos al menos una vez al día, incluso dos si algún individuo parece más debilitado, durante la primera semana, pues el hecho de que ganen unos gramos diarios nos sirve para confirmar que la calidad de la leche materna sea la adecuada y su ingesta suficiente. Cuando el peso se estabilice o baje aunque sea minimamente hay que sospechar que existe un problema y averiguar la causa evitando así perder a uno o más cachorros por falta de previsión y atención. En muchas ocasiones bastará con suplementar la dieta de la madre para incrementar la producción de leche, en otras habrá de administrarle medicación específica y todavía otras veces se hará necesario recurrir al empleo de biberones de leche maternizada especial para cachorros, sea esporádicamente (una o dos tomas diarias) o permanentemente (todas las tomas diarias, que durante la primera semana deberán ser entre ocho y diez, durante la segunda entre seis y ocho y durante la tercera semana entre cuatro y seis).
Extremar la limpieza de la caja paridera es esencial para que el entorno en el que se desarrollen los bebés esté libre de bacterias nocivas por lo que merece la pena cambiar con frecuencia (tres o cuatro veces al día) el material con que se haya recubierto el fondo de la misma (empapadores clínicos, mantas de muletón, etc.).
No olvidemos que durante la primera etapa neonatal los cachorros no controlan esfínteres y necesitan del estimulo materno (mediante lametazos en la zona urogenital) para producir heces y orina. En el caso de que la perra no muestre suficiente instinto materno, se hará necesario sustituirla en esta tarea varias veces al día para que los cachorros eliminen suficientemente. Cuando así se haga preciso, bastará con tomar a cada cachorro en brazos, boca arriba, y realizar pequeños movimientos en círculo sobre los genitales y la zona perianal, con un trozo de algodón suave, humedecido en agua tibia, hasta que se produzca la micción y defecación, limpiándolos luego perfectamente con una esponjita también húmeda y secándolos luego con una toalla suave, tambien puedes utilizar toallitas Dodot (muy comdas y sin problmas de alergia)
En el caso de la madre, es importante que tras el parto, se la asee convenientemente (en razas de pelo largo se recomienda incluso el baño) para eliminar toda clase de residuos (sangre, líquidos placentarios y amnióticos) y que esta pauta se mantenga durante los días siguientes mientras dure el puerperio. Asimismo resulta importante hacer un control regular de su temperatura corporal (cada ocho horas) durante las siguientes tres semanas, teniendo en cuenta que ésta no debe estar ni por debajo de 37,5ºC ni por encima de 39,5ºC.
Un detalle importante para crear en los pequeños cachorros el imprescindible vínculo con el ser humano es que se les empiece a manipular (acariciar espalda y zona ventral con suavidad varias veces al día, y acercar su morrito a la boca y nariz del manipulador para echarles el aliento) desde el primer día; ello significará un imprinting óptimo con el Hombre.
Un dato a tener en cuenta es que durante la primera etapa neonatal, es decir las tres-cuatro primeras semanas de vida de los cachorros, se estima que pueden fallecer entre el 12 y el 33% de los cachorros por distintos motivos; y que estos se asocian mayoritariamente con la malnutrición y la falta de higiene en la paridera (30%), aparición de cuadros infecciosos tanto si son de origen bacteriano, como producidos por herpes-virus canino u otros y complicaciones post-parto que dan origen a la aparición de eclampsias y agalactias (30%), accidentes del tipo de aplastamientos, hipotermias, etc. (25%) y rechazo materno, canibalismo, etc. (15%). Claro que si sumamos las tres primeras causas de muerte, tenemos que en el 85% de los casos, esas pérdidas podrían evitarse a poco que fuéramos más cuidadosos los criadores y que sólo el 15% es imputable a la falta de cuidado y atención por parte de la madre de la camada.
Tampoco resulta baladí resaltar aquí que los cachorros de perro nacen en condiciones de gran inmadurez y que sólo varias semanas después empezarán a desarrollar su capacidad visual y auditiva y comenzarán a ser medianamente autónomos e independientes como para valerse por sí mismos.
LAS FUNCIONES VITALES EN EL NEONATO
Temperatura corporal
0-14 días entre 34,5ºC y 37,2ºC
15-28 días entre 36,1ºC y 37,7ºC
más de 29 días 38,6ºC*
Ritmo respiratorio
Al nacer 12 inspiraciones/minuto
7 a 35 días 20/30 insp./min.
Más de 35 días 15/30 insp/min.*
Ritmo cardíaco
Al nacer hasta 130 pulsaciones/minuto
7 a 35 días hasta 200 puls/min.
Más de 35 días 70 a 130 puls/min*
Requisito de aportes líquidos
De 60 a 90 ml por kilo de peso corporal
Requisitos calóricos
De 60 a 70 kcal/día por kilo de peso corporal