Ayer hizo una cosa muy rara, me pidió salir al patio y se puso a rascar la pared, no abajo, sino arriba, de pie (edito: como si estuviese intentando abrir una puerta, para que os hagais la idea)... después la llamé y pasó a mi lado buscándome y llorando. Y esta mañana ha estado un buen rato llorando y temblando.
Mañana la llevaré al veterinario, si consigo que me la dejen subir al autobús...
