Gracias Cris y Albita
En cuanto tenga un rato miro los enlaces que me has puesto a ver que se cuentan.
Le he presentado la cueva de manera diferente a la que me hubiera gustado, con más días, pero el resultado ha sido bueno.
Primero abierta sin decirle nada. He colocado su mantita y algunos juguetes. Ya iba metiendo la cabeza y medio cuerpo con recelo. Al rato le he puesto el cuenco con su comida, ya se ha quedado ahí unos minutos. Luego decía "cueva" y acercaba un trozo de quesito de tal manera que para cogerlo, se tuviera que meter dentro y cuando estaba mirando de frente y tumbado, se lo he dado. 2 repeticiones, a la 3ª vez que he dicho "cueva" ni ha esperado a que yo metiera el quesito, ya se metía él solo y se tumbaba

así que nos ha resultado fácil.
Un poco de juego y alguna caricia.
Después he ido cerrando la puerta poco a poco y yo me quedaba en su campo de visión, hasta que he cerrado del todo y a través de la rejilla le he dado otro poquito de refuerzo positivo.
Otro juego.
Al ratito le he cerrado la rejilla y he salido de su campo de visión. Estaba tumbado y relajado así que le he dejado unos 4 minutos y como no decía ni mu, le he abierto la puerta para salir.
Entre medias, el gato se metía todo el rato dentro de la cueva, eso nos ha ayudado.
Como hoy me fui de casa al mediodía 2 horas y ya me la ha vuelto a liar parecida a la del otro día, he decidido que "
Ya tenía que ser el momento de estrenarlo". Como dije antes preferiría haberlo hecho más despacito, pero ha sido más precipitado.
Al volver a casa le he encontrado algo tenso, moviendo el rabo muy deprisa, como si estuviera deseando salir. Así que he esperado, unos 5 minutos y al estar más calmado, le he sacado y nos hemos ido a la calle. Al entrar solo he dicho "cueva" y ha entrado

es que me lo como, que pícaro es...
Y ya se ha quedado tumbado un poco, hasta que ha venido el minigato a dar guerra y están resolviendo conflictos.
En un momento le mando otra vez a su cueva y que permanezca dentro con la puerta abierta tumbado. He pensado en dejarle abierto a ratos, que no asocie que se cierra únicamente cuando está solo.
Sé que es precipitado meterle en el transportín de esta manera, pero ha sido a la deseperada, y la verdad estoy contenta con el resultado.
Mañana repetimos, pero ya sin premios, como algo natural, sin incentivar que se tiene que meter, que se meta.