¿Por qué hay que esperar un tiempo despés del ejercicio?
Y Áragon, ¿me puedes decir más o menos las horas a las que le dabas de comer?
Yo he pensado, a las 7 de la mañana, a las 2 de a tarde y a las 8 de la noche, así pasa un tiemp prudencial de unas tres horas despues de comer y antes e hacer ejercicio.
Torsión estómago
La TORSION DE ESTÓMAGO, conocida también por su denominación en inglés “BLOAT”, es una verdadera amenaza para el perro, dado que en muchas ocasiones, si no es diagnosticada y tratada a tiempo, puede suponer la muerte del animal en condiciones dramáticas de intenso dolor.
Está asociada con una distensión aguda del estómago y la posibilidad de torsión sobre sí mismo. Desgraciadamente a día de hoy todavía no se conocen las causas de forma concluyente para esta condición, aún cuando son muchos los estudios que se llevan a cabo en todo el mundo para determinarlas y tratar de ponerle remedio.
Parece claro sin embargo, que los perros susceptibles de padecer una torsión en algún momento de su vida, sufren una movilidad excesiva del estómago debido una debilidad manifiesta de los ligamentos que lo sostienen en la cavidad abdominal.
Hemos de tener en cuenta que a pesar de los varios siglos de selección impuesta por la mano del hombre, para conformar unas características muy específicas en las distintas razas caninas hoy disponibles, el tiempo transcurrido desde que empezamos a determinar criterios estéticos y de otra índole para diseñar perros a nuestro gusto marcadamente diferentes entre sí por tamaño, volumen, color, tipo de manto, habilidades específicas, aptitudes naturales, etc., etc., no ha sido suficiente para que la Naturaleza haya realizado en la especie los cambios necesarios que adecuen las tendencias impuestas por la mano del hombre a las necesidades de su organismo para adaptarse a éstas. Y esto sólo significa una cosa… y es que hoy por hoy los perros de más de 30 kilos de peso son candidatos ideales para padecer esta terrible condición.
El estómago del perro está sujeto por dos ligamentos que, dependiendo de su talla y del volumen de la cavidad abdominal pueden o no ser suficientemente fuertes como para sostener un órgano de gran tamaño y en forma de hamaca que puede bascular más de la cuenta por diferentes motivos; el movimiento, los saltos, los cambios de postura, pero también como consecuencia de la acumulación de gases producidos por la fermentación que tiene lugar durante la digestión de los alimentos.
El caso es que si esos ligamentos no se muestran lo suficientemente resistentes para asumir esa basculación y controlarla, puede ocurrir que el estómago acabe revolviéndose sobre sí mismo como consecuencia de una dilatación gástrica que posteriormente da lugar a la torsión en sí misma.
Cuando esto ocurre y en cualquiera de los dos casos (dilatación exclusivamente o torsión propiamente dicha), el perro no puede descargar el contenido del estómago debido a que éste se encuentra retorcido a ambos extremos. Así pues, la presión aumenta hasta el punto de provocar cambios en otros órganos, que ponen en riesgo la vida del animal pues no en vano, se interrumpe la circulación sanguínea en ambos sentidos (de entrada y retorno al estómago) cuando éste gira sobre sí mismo. Si esta situación no se corrige con rapidez el perro entrará en un estado de shock y morirá, sin remedio.
Por lo general, hay una sintomatología relativamente fácil de identificar cuando el animal empieza a dilatar el estómago, antes incluso de llegar a la torsión; jadea insistentemente, saliva profusamente, si intenta ingerir agua la expulsa antes de que llegue al estómago, tiene arcadas continuas, se muestra terriblemente inquieto y da vueltas sobre sí mismo, es incapaz de tumbarse o sentarse, puede llegar a emitir aullidos de dolor y, lo que es aún más aparente, su tripa se dilata a gran velocidad, produciendo un sonido característico a tambor si se dan golpes secos con dos dedos de la mano sobre la misma.
No hay un minuto que perder y es esencial acudir a la Clínica veterinaria más próxima, incluso si esta es distinta de la habitual, para que algún Veterinario alivie inmediatamente la presión estomacal y estabilice al animal enfermo, mediante unos protocolos específicos, que muchas veces incluyen la inmediata intervención quirúrgica, dependiendo de la gravedad del caso. Desgraciadamente, muchos perros mueren aún a pesar de la pronta intervención del veterinario.
Como dije al principio, las causas que producen esta condición no son del todo conocidas y los expertos no parecen ser capaz de llegar a un acuerdo sobre cuántas de ellas han de intervenir para que la TORSION DE ESTÓMAGO se produzca, pero es un hecho cierto que existen algunas que por puro sentido común hay que tener muy en cuenta., como son:
•predisposición genética y familiar
•predisposición anatómica
•predisposición racial
•ingesta de gran cantidad de alimentos en seco
•seguida de la ingesta de grandes cantidades de agua
•práctica de ejercicio en la hora anterior y las dos horas posteriores a la ingesta de alimento
Lo cierto es que aún cuando resulta difícil determinar si la genética desempeña o no un papel en el desarrollo de esta enfermedad, el caso es que se ha observado una mayor incidencia de la DGV en algunas líneas que en otras, dentro de una misma raza, pero no es menos cierto que muchas veces, los perros afectados suelen pertenecer a un mismo propietario o viven en condiciones similares, con lo que es difícil separar los aspectos genéticos de los medioambientales, propiamente dichos.
Mientras los expertos se ponen de acuerdo sobre cómo prevenir la TORSIÓN DE ESTÓMAGO a nivel genético y familiar, hay toda una serie de recomendaciones y pautas a seguir para evitar que un perro la padezca en algún momento de su vida y así por ejemplo:
•la ración diaria de comida se debe dividir en dos o tres veces, con el fin de reducir el volumen ingerido en cada ocasión
•los propietarios deben conocer toda la sintomatología y al primer indicio consultar inmediatamente con su veterinario
•el perro debe disponer de agua en todo momento, pero ésta deberá limitársele después de las comidas en los casos de perros con tendencia a consumir líquido en exceso
•se limitará el ejercicio del perro una hora antes y dos horas después de las comidas (entendiendo por ejercicio, correr, saltar, subir o bajar escaleras y cualquier movimiento brusco)
los perros ansiosos se deberán alimentar por separado y en un ambiente tranquilo, al objeto de evitar que por disputarse la comida con otros, la ingieran demasiado deprisa y/o traguen excesivo aire
Está asociada con una distensión aguda del estómago y la posibilidad de torsión sobre sí mismo. Desgraciadamente a día de hoy todavía no se conocen las causas de forma concluyente para esta condición, aún cuando son muchos los estudios que se llevan a cabo en todo el mundo para determinarlas y tratar de ponerle remedio.
Parece claro sin embargo, que los perros susceptibles de padecer una torsión en algún momento de su vida, sufren una movilidad excesiva del estómago debido una debilidad manifiesta de los ligamentos que lo sostienen en la cavidad abdominal.
Hemos de tener en cuenta que a pesar de los varios siglos de selección impuesta por la mano del hombre, para conformar unas características muy específicas en las distintas razas caninas hoy disponibles, el tiempo transcurrido desde que empezamos a determinar criterios estéticos y de otra índole para diseñar perros a nuestro gusto marcadamente diferentes entre sí por tamaño, volumen, color, tipo de manto, habilidades específicas, aptitudes naturales, etc., etc., no ha sido suficiente para que la Naturaleza haya realizado en la especie los cambios necesarios que adecuen las tendencias impuestas por la mano del hombre a las necesidades de su organismo para adaptarse a éstas. Y esto sólo significa una cosa… y es que hoy por hoy los perros de más de 30 kilos de peso son candidatos ideales para padecer esta terrible condición.
El estómago del perro está sujeto por dos ligamentos que, dependiendo de su talla y del volumen de la cavidad abdominal pueden o no ser suficientemente fuertes como para sostener un órgano de gran tamaño y en forma de hamaca que puede bascular más de la cuenta por diferentes motivos; el movimiento, los saltos, los cambios de postura, pero también como consecuencia de la acumulación de gases producidos por la fermentación que tiene lugar durante la digestión de los alimentos.
El caso es que si esos ligamentos no se muestran lo suficientemente resistentes para asumir esa basculación y controlarla, puede ocurrir que el estómago acabe revolviéndose sobre sí mismo como consecuencia de una dilatación gástrica que posteriormente da lugar a la torsión en sí misma.
Cuando esto ocurre y en cualquiera de los dos casos (dilatación exclusivamente o torsión propiamente dicha), el perro no puede descargar el contenido del estómago debido a que éste se encuentra retorcido a ambos extremos. Así pues, la presión aumenta hasta el punto de provocar cambios en otros órganos, que ponen en riesgo la vida del animal pues no en vano, se interrumpe la circulación sanguínea en ambos sentidos (de entrada y retorno al estómago) cuando éste gira sobre sí mismo. Si esta situación no se corrige con rapidez el perro entrará en un estado de shock y morirá, sin remedio.
Por lo general, hay una sintomatología relativamente fácil de identificar cuando el animal empieza a dilatar el estómago, antes incluso de llegar a la torsión; jadea insistentemente, saliva profusamente, si intenta ingerir agua la expulsa antes de que llegue al estómago, tiene arcadas continuas, se muestra terriblemente inquieto y da vueltas sobre sí mismo, es incapaz de tumbarse o sentarse, puede llegar a emitir aullidos de dolor y, lo que es aún más aparente, su tripa se dilata a gran velocidad, produciendo un sonido característico a tambor si se dan golpes secos con dos dedos de la mano sobre la misma.
No hay un minuto que perder y es esencial acudir a la Clínica veterinaria más próxima, incluso si esta es distinta de la habitual, para que algún Veterinario alivie inmediatamente la presión estomacal y estabilice al animal enfermo, mediante unos protocolos específicos, que muchas veces incluyen la inmediata intervención quirúrgica, dependiendo de la gravedad del caso. Desgraciadamente, muchos perros mueren aún a pesar de la pronta intervención del veterinario.
Como dije al principio, las causas que producen esta condición no son del todo conocidas y los expertos no parecen ser capaz de llegar a un acuerdo sobre cuántas de ellas han de intervenir para que la TORSION DE ESTÓMAGO se produzca, pero es un hecho cierto que existen algunas que por puro sentido común hay que tener muy en cuenta., como son:
•predisposición genética y familiar
•predisposición anatómica
•predisposición racial
•ingesta de gran cantidad de alimentos en seco
•seguida de la ingesta de grandes cantidades de agua
•práctica de ejercicio en la hora anterior y las dos horas posteriores a la ingesta de alimento
Lo cierto es que aún cuando resulta difícil determinar si la genética desempeña o no un papel en el desarrollo de esta enfermedad, el caso es que se ha observado una mayor incidencia de la DGV en algunas líneas que en otras, dentro de una misma raza, pero no es menos cierto que muchas veces, los perros afectados suelen pertenecer a un mismo propietario o viven en condiciones similares, con lo que es difícil separar los aspectos genéticos de los medioambientales, propiamente dichos.
Mientras los expertos se ponen de acuerdo sobre cómo prevenir la TORSIÓN DE ESTÓMAGO a nivel genético y familiar, hay toda una serie de recomendaciones y pautas a seguir para evitar que un perro la padezca en algún momento de su vida y así por ejemplo:
•la ración diaria de comida se debe dividir en dos o tres veces, con el fin de reducir el volumen ingerido en cada ocasión
•los propietarios deben conocer toda la sintomatología y al primer indicio consultar inmediatamente con su veterinario
•el perro debe disponer de agua en todo momento, pero ésta deberá limitársele después de las comidas en los casos de perros con tendencia a consumir líquido en exceso
•se limitará el ejercicio del perro una hora antes y dos horas después de las comidas (entendiendo por ejercicio, correr, saltar, subir o bajar escaleras y cualquier movimiento brusco)
los perros ansiosos se deberán alimentar por separado y en un ambiente tranquilo, al objeto de evitar que por disputarse la comida con otros, la ingieran demasiado deprisa y/o traguen excesivo aire
Anukas hay que esperar un tiempo después del ejercicio por la misma razón que no se le puede sacar de paseo nada más comer ya que es malo; pero el tiempo después del ejercicio es menor que si come y le sacas para hacer ejercicio como bien explica en el mensaje de Baudin.anukas escribió:¿Por qué hay que esperar un tiempo despés del ejercicio?
Y Áragon, ¿me puedes decir más o menos las horas a las que le dabas de comer?
Yo he pensado, a las 7 de la mañana, a las 2 de a tarde y a las 8 de la noche, así pasa un tiemp prudencial de unas tres horas despues de comer y antes e hacer ejercicio.
Yo a mi perra la daba a las 8h, luego a las 15 y luego por la noche sobre las 22h, ahora en cambio le doy a las 8h y a las 22h pero siempre después de esperar un tiempo prudencial al subir del paseo.
tampoco te obsesione este tema demasiado dejando un espacio entre la comida y el ejercicio de un par de horas es suficiente por eso también se recomienda el que coma después del paseo porque el tiempo es menor.
Los perros son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican
http://victordeluci.blogspot.com/
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