procesionaria del pino..?
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nuriaBogartDana
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en donde yo vivía en Madrid había muuuuuuuuchos pinos y siempre en estas fechas se veían las hileras moviéndose de un lado a otro por debajo, realmente asqueroso
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
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Luis Rejat
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Ahora es el momento de observar los pinos
Ahora es el momento de observar los pinos para detectar cuanto antes la presencia de procesionaria.
Durante la primavera las orugas de la procesionaria del pino bajaron de los árboles en procesión y se enterraron en el suelo para transformarse en crisálidas.
Durante el verano emergieron los adultos –unas mariposas nocturnas de aspecto poco llamativo- que pusieron los huevos, completándose con ello el ciclo del insecto.
Ahora en otoño es el momento de observar los pinos para detectar cuanto antes la presencia de colonias de orugas jóvenes.
Es conveniente sentarse unos minutos frente a cada árbol observando las puntas de las ramas soleadas para detectar ramilletes, debidos a la presencia de colonias de orugas de procesionaria de primera edad. Si los pinos son altos será preciso observarlos con unos prismáticos.
Es conveniente podar todos los ramilletes secos, que se producen porque ahora las orugas de procesionaria de primera edad, debido a su pequeño tamaño, solamente comen parcialmente las acículas ya que con sus pequeños bocados no alcanzan a abarcar la acícula entera, secándose el resto, con lo que resultan visibles los ramilletes afectados por la presencia de las colonias de orugas nacidas de cada puesta de huevos.
En algunos de los ramilletes cortados por la poda se podrá comprobar la presencia de orugas de primera edad agrupadas en pequeños nidos aún poco tejidos, nidos que mientras no haga frío serán provisionales, pues estas colonias jóvenes se irán trasladando en busca de nuevos ramilletes verdes. Todos estos nidos ahora se pueden manipular sin riesgo de urticarias puesto que en las primeras edades de las orugas sus pelos urticantes aún no se hallan desarrollados; hay que asegurarse de que las orugas de los nidos cortados no puedan volver a subir a los árboles quemando las ramas cortadas o depositándolas en envases apropiados.
Más adelante, a medida que vaya viniendo el frío, las orugas acabarán estableciéndose en nidos definitivos más tupidos, cada vez más visibles, nidos en los cuales las orugas nunca comerán las acículas, pues éstas constituirán parte importante del armazón de su bolsón definitivo o nido de invierno, saliendo por las noches en procesión hacia las ramas próximas para alimentarse de otras acículas. Cuanto antes se localicen los nidos y sean eliminados, menor será el daño que la plaga le ocasione al árbol y menor será el riesgo de contacto con pelos urticantes de las orugas.
Si en temporadas anteriores hubo plaga de procesionaria, ahora, al observar y podar los ramilletes secos, se encontrarán los restos de los nidos y de los bolsones de esas temporadas, los cuales también habrá que cortarlos por medio de la poda en este momento, aunque habrá que tener la precaución de protegerse de los pelos urticantes desprendidos de las orugas que quedaron dispersos entre los restos de los bolsones, siendo importante protegerse los ojos con gafas adecuadas, colocarse de espaldas al viento para evitar que los pelos urticantes se nos vengan encima, rociar los restos de los bolsones por aspersión de agua para que los pelos urticantes no se dispersen o bien aprovechar un día que haya llovido para hacer estos trabajos.
http://www.infojardin.com/foro/showthre ... ost5623680
http://www.facebook.com/notes/luis-reja ... 6851954671
Durante la primavera las orugas de la procesionaria del pino bajaron de los árboles en procesión y se enterraron en el suelo para transformarse en crisálidas.
Durante el verano emergieron los adultos –unas mariposas nocturnas de aspecto poco llamativo- que pusieron los huevos, completándose con ello el ciclo del insecto.
Ahora en otoño es el momento de observar los pinos para detectar cuanto antes la presencia de colonias de orugas jóvenes.
Es conveniente sentarse unos minutos frente a cada árbol observando las puntas de las ramas soleadas para detectar ramilletes, debidos a la presencia de colonias de orugas de procesionaria de primera edad. Si los pinos son altos será preciso observarlos con unos prismáticos.
Es conveniente podar todos los ramilletes secos, que se producen porque ahora las orugas de procesionaria de primera edad, debido a su pequeño tamaño, solamente comen parcialmente las acículas ya que con sus pequeños bocados no alcanzan a abarcar la acícula entera, secándose el resto, con lo que resultan visibles los ramilletes afectados por la presencia de las colonias de orugas nacidas de cada puesta de huevos.
En algunos de los ramilletes cortados por la poda se podrá comprobar la presencia de orugas de primera edad agrupadas en pequeños nidos aún poco tejidos, nidos que mientras no haga frío serán provisionales, pues estas colonias jóvenes se irán trasladando en busca de nuevos ramilletes verdes. Todos estos nidos ahora se pueden manipular sin riesgo de urticarias puesto que en las primeras edades de las orugas sus pelos urticantes aún no se hallan desarrollados; hay que asegurarse de que las orugas de los nidos cortados no puedan volver a subir a los árboles quemando las ramas cortadas o depositándolas en envases apropiados.
Más adelante, a medida que vaya viniendo el frío, las orugas acabarán estableciéndose en nidos definitivos más tupidos, cada vez más visibles, nidos en los cuales las orugas nunca comerán las acículas, pues éstas constituirán parte importante del armazón de su bolsón definitivo o nido de invierno, saliendo por las noches en procesión hacia las ramas próximas para alimentarse de otras acículas. Cuanto antes se localicen los nidos y sean eliminados, menor será el daño que la plaga le ocasione al árbol y menor será el riesgo de contacto con pelos urticantes de las orugas.
Si en temporadas anteriores hubo plaga de procesionaria, ahora, al observar y podar los ramilletes secos, se encontrarán los restos de los nidos y de los bolsones de esas temporadas, los cuales también habrá que cortarlos por medio de la poda en este momento, aunque habrá que tener la precaución de protegerse de los pelos urticantes desprendidos de las orugas que quedaron dispersos entre los restos de los bolsones, siendo importante protegerse los ojos con gafas adecuadas, colocarse de espaldas al viento para evitar que los pelos urticantes se nos vengan encima, rociar los restos de los bolsones por aspersión de agua para que los pelos urticantes no se dispersen o bien aprovechar un día que haya llovido para hacer estos trabajos.
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