A mí es que tenga tres patas o cuatro me da igual y, además, estoy convencida de que tarde o temprano lo habrían adoptado. Preguntamos por un perro tranquilo que no necesitara mucho tute, vimos su foto en la página de El Refugio, pensamos que a lo mejor tenía menos posibilidades de que lo adoptaran por lo de la pata, fuimos a pasearle y decidimos que se venía con nosotros. Total, no va a cazar ni a competir: se va a echar siestas eternas y a correr cuando pueda y le venga en gana. ¿Sabéis que baja las escaleras con dos patas? Es impresionante. No hay mucha cultura en España de que el galgo pueda ser un buen animal de compañía, pero de verdad que no he visto perro más vago y más tranquilo. Estos días que llovía, con chubasquero y todo, se asomaba al portal y te ponía cara de: "¿pero por quién me tomas? Con este tiempo va a salir Rita la Cantaora". Todo digno e incrédulo. Ah, y esquiva los charcos, que él es un señor.
También pensamos que no ha cazado porque tiene los espolones intactos. Ahora tiene entre tres o cuatro años, se supone que cuando lo encontraron tenía dos, pero como no tenía chip es difícil de saber la edad exacta. Os dejo el enlace al vídeo de cuando lo encontraron, pero os advierto que es un poco gore: sale cómo tenía la patita destrozada y un poco de la amputación. La primera vez que lo vi, después de saber que ese era el perro que íbamos a adoptar, me impresionó bastante.
http://www.youtube.com/watch?v=3DfSPgOAJ84
Cuando decidimos que él iba a ser nuestro próximo perro, nos dio por buscar Fresón (así lo llamaron cuando lo encontraron, cerca de Aranjuez) + Refugio y resulta que también había salido en la prensa:
http://www.20minutos.es/noticia/519624/ ... /aranjuez/
Triskel es un amor. Es obediente y en casa es un buen galgo español: duerme horas y horas en el sofá y no dice ni mu. Lo único que me da miedo es su instinto de caza. Siempre se quedaba mirando una zona pegada al parque donde lo llevamos por las noches con mucho interés, así que decidimos acercarnos a esa zona cuando hubiera luz para saber qué le llamaba la atención y cómo se comportaba. Resulta que por esa zona hay conejos. Parecía otro perro: siguiendo el rastro como loco, súper nervioso, metiendo la cabeza hasta el fondo de las madrigueras. No tendría más importancia si no fuera porque esa zona está pegadita a una autopista y el perro parecía dispuesto a cruzarla para ver si había más conejos al otro lado.
De momento, voy practicando la llamada en casa y en situaciones controladas, para ir creando el hábito, y obedece a la primera. Hemos pensado algo que nos recomendaron: hacer una correa larga, de los metros que queramos, con cuerda de persiana y un mosquetón. ¿Lo habéis probado? Así, cuando llegue la ocasión, practicaremos la llamada desde más distancia. Pero como decía, para mí lo más importante ahora es que se acostumbre al entorno, a los demás perros (con las personas no es nada miedoso, se acerca a todas, pero sí que se siente más inseguro con otros perros) y a nosotros. No llevamos ni un mes con él, el lunes hará cuatro semanas que lo adoptamos. Y encima en estas fechas, con tanto petardo y tanta leche...
También es verdad que tenemos un poco más de miedo porque a nuestro otro perro nos lo atropellaron. Un día que no sabíamos que iba a haber fuegos artificiales, sonó la traca final de las fiestas de un pueblo y quiso escaparse corriendo del parque. Le llamamos, vino a la primera y, justo cuando le íbamos a poner el collar, volvieron a soltar una traca y salió zumbando y no le volvimos a ver. Lo hemos pasado un poco mal y nos ha costado un poquito volver a adoptar otro perro. Este no tiene tantos miedos como el otro, pero yo ya tengo un calendario de fiestas populares por si acaso.
Así que ya me imagino lo mal que lo debiste pasar,
Teresa. ¡Qué guapa la Taika! Yo prometo fotos para que veais lo guapo que está y os informaré puntualmente de sus progresos. ¿Dónde soltaste tú a Taika la primera vez? ¿Fue un recinto vallado? Ya te digo si enamoran. Si de por sí hay una especie de hermandad perruna que hace que te pares a hablar con cualquiera que tenga perro, con los galgos también la hay. Ayer vino una mujer al parque con dos galguitas, una de ellas mestiza, y mi chico y yo nos tuvimos que acercar a saludar.
alber86: yo también creo que la raza no es tan determinante, con el debido entrenamiento y sentido común. Creo que se puede canalizar el instinto de caza, pero también me parece que hay un factor imprevisible a tener en cuenta si lo pretendes soltar en ciertos sitios. Quizá en esas situaciones en las que no las tienes todas contigo de que vaya a atender a la llamada, la mejor manera de controlarlo sea no soltándolo. Para mí lo ideal sería que viniera siempre aunque un conejo cachondo le estuviera restregando el culo por por la trufa, claro, pero si no estoy convencida de controlarlo en ese entorno de conejos, pues mejor no lo suelto.
EMIyMAX: Había pensado en algo parecido, alguna cancha de baloncesto o así, cuando no haya nadie y se hayan acabado las fiestas.
Ahora me voy a dormir, que mañana no me van a despegar del colchón ni con un cúter.