"NO!"*al perro*
"Quita Kisla!"*a la gata*
"Ey!" *al perro*
"Pero no le muerdas el rabo!"*a la gata*
Y resulta agotador.
En un principio pensé que ellos mismos se pondrían los límites y que de hecho se harían compañía el uno al otro y sé que en un futuro serán mucho mas serenos, pero de momento la casa es un caos cuando alguno de los dos tiene ganas de juego. Tengo miedo de que Fenris le haga daño a ella pero tampoco veo justo "castigarlo" por quitarse de encima a la gata que le estaba masticando la oreja

Me vendrían muy bien vuestros consejos y si alguien se ha visto antes en esta situación que me cuente como ser justa con estos dos pequeños demonios!!



