Capítulo 549 sobre los miedos de Gaia (aunque parece que estamos consiguiendo superar algunos)
Pues ahora resulta que a la señorita le dan miedo los caballos... Y me gustaría que se acostumbrase a ellos por razones que si se cumplen ya os contaré
Lo malo no es solo que les tenga miedo... sino que por ese miedo se echa a correr en cualquier dirección, a veces hasta en la dirección del caballo... y a mi me da mucho miedo que se meta entre sus patas.
Cada vez que nos encontramos un caballo la tengo que atar... si es que consigo cogerla.
Bueno, al caso. Había pensado en pedir a alguna hípica de por aquí que me dejen llevarla a ver los caballos regularmente para que se acostumbre. ¿Que opinais?
Caballos.
Te la llevas (os los lleváis, mejor dicho) a una hípica donde los caballos estén controlados (vamos, que no sea en la calle) y haya varios. De lejos, con correa, ordenes, chuches, juegos, premios, que pierda el interés por los caballos. Os acercáis un poco más y más de lo mismo. Hasta que estéis cerquita y puedan hacer su vida normal sin ver a los caballos como "esos peazo de bichos" y que sean como algo más del entorno.
Elliot les ladra, pero solo a veces.
Es un poco sorprendente, normalmente (hasta ahora) les ladraba y tiraba para ir hacia ellos.
Empezamos a intentar averiguar si el miedo era a los caballos, a los cascos, o a los cascabeles. Vimos pasar unos cuantos sin cascabeles y no les ladró, con lo cual pensamos que era eso. Luego los vimos con los cascos y ladró, pensamos: pues es el ruido que hacen al trotar.
Pasamos por su lado, estando ellos quietos y pasó tres kilos, pero un día le ladró a uno que estaba parado.
Y la última, un perro con todas las historias, cascos, cascabeles, todo el ruido del mundo, y...
¡¡PASÓ DE ÉL!!
Este perro no tiene patrones de comprotamiento...
Besos
Es un poco sorprendente, normalmente (hasta ahora) les ladraba y tiraba para ir hacia ellos.
Empezamos a intentar averiguar si el miedo era a los caballos, a los cascos, o a los cascabeles. Vimos pasar unos cuantos sin cascabeles y no les ladró, con lo cual pensamos que era eso. Luego los vimos con los cascos y ladró, pensamos: pues es el ruido que hacen al trotar.
Pasamos por su lado, estando ellos quietos y pasó tres kilos, pero un día le ladró a uno que estaba parado.
Y la última, un perro con todas las historias, cascos, cascabeles, todo el ruido del mundo, y...
¡¡PASÓ DE ÉL!!
Este perro no tiene patrones de comprotamiento...
Besos