Yo realmente no puedo poner la mano en el fuego, ni soy adiestradora y únicamente he tenido perros desde hace casi dos años, pero no sé.
Yo tenía muy muy claro que no le iba a pasar lo mismo a mi perra que al perro de mi padre, pero eran totalmente diferentes: Juno mordía lógicamente, como cachorro que era. Mordía todo... manos, pies, papel, zapatillas, escoba, fregona, hasta la cara como te descuidases, por no decir cuando corrías por algún motivo. Los dientes eran alfileres clavándose en tus manos y con la fuerza de un pastor alemán que al ser tan pequeñines no la controlan todavía. Era completamente normal, hoy un año después no muerde, si acaso te sujeta la ropa para que no te vayas... pero en ningún caso gruñe o aprieta.
Nanuk, en cambio, era como el demonio. Con tres meses en cuanto dabas un paso te mordía el tobillo gruñendo, le apartabas y el c..b..ón te clavaba los dientes mientras movía la cabeza y gruñía. Según crecía la cosa empeoraba, mi padre era su inferior, sin embargo yo no iba a consentir que un perro me mandara, así que si le tenía que dejar sin comer el perro no comía, conseguí con el tiempo que ni me gruñese cuando le quitaba la comida, eso cuando no estaba mi padre, si estaba él la cosa era diferente: sólo se podía salir de la habitación si el perro estaba de buen humor, sino más te valía salir por la ventana si no querías acabar curándote unas heridas en las piernas (o los brazos).
Una vez estaba en el campo con el perrito (y mi padre) y se le cruzaron los cables, acabé a patadas literamente con él, era un punto que o el perro o yo (y no iba a ser yo, aún era más fuerte que él)... la última vez que le vi estaba sentada en la tumbona y él sentado a mi lado ladrando porque quería jugar, tenía un año, yo pasaba de él, me estaba hartando "Nanuk calla" "Nanuk calla" "Nanuk NO"... me levanté para atarle y casi me quedo sin brazo, ni patadas, ni levantarle de las orejas, al final dejé el brazo muerto y me soltó para ir a por la pierna... en ese momento mi hermano le dio una patada y le pudo coger para atarlo. Yo lloraba, no de dolor porque no me dolía y eso que chorreaba (unos goterones que te cagas), sino de rabia porque el elemento de mi padre dijo "¿qué vas a decir en el hospital?" "Pobrecito (su amo)" y no hizo nada, sólo coger la cartilla del perro por si se la pedían.
A los 15 días le mordió la mano a él al intentar meterle en el coche (una de tantas), unos días más tarde tiró a una vecina al suelo y casi la muerde.
La culpa de todo no fue del pobre perro, sino de ese ser humano que no quiso ver las cosas...
Yo lo único que digo es que TODOS los perros se pueden educar por difíciles que sean, sólo hay que saber cómo. Si a mí me hubiese tocado un perro como Nanuk hubiese ido a un profesional en el acto.
Hay comportamiento que se distinguen si son dominancia o simplemente juegos de cualquier cachorrito de dos meses, tienen que jugar, como los niños, caerse, hacerse daño, levantarse, investigar mundo, morder... intentar subir en la escala... sólo depende de nosotros hasta donde dejarles.
Resumiendo: También te recomendaría ir a algún especialista a pedir consejo ahora que es más fácil enseñarla.
Sólo es mi opinión
