La excitación en la ventana es la misma que tendría en el transportín, por lo menos en mi caso. Por ejemplo, si viene alguien se pondrá loco estando en un sitio como en otro, y no sé hasta qué punto verse encerrado podría aumentarle la ansiedad.
Y en el caso de mi perro, ni la ventana ni el transportín le proporciona seguridad ante el acercamiento de algo que le provoque miedo, es más, el transportín en este caso podría ser muy jodido.