Puedes empezar a hacerlo con breves intervalos.
Coges a uno (yo empezaría siempre con el más dominante) y te lo llevas a dar un paseo (atado). Pero antes de salir, has de tratar que los perros estén todos tranquilos, que no haya excitación alguna. Si para ello es necesario que estés 30 minutos delante de la puerta con el que te vas a llevar atado, esperando a que todos se calmen, lo haces. Pero todos calmados, incluido el que te vas a llevar.
Una vez que veas que se han calmado, sales de la puerta con el perro y la cierras y te quedas otra vez parada, para ver que hacen los otros, si ves que se sobreexcitan, entras otra vez y allí les corriges, ya sea con un NO o bien obligarles a sentarse y que se queden quietos. Una vez se relajen, vuelves a salir.
Y así poco a poco, intenta ir alejándote cada vez más de ellos para ver si mantienen la calma.
