Tiene un caracter maravilloso : bueno, tranquilo y muy cariñoso, resignado a la vida del refugio, vive sumido en su mundo de pena y tristeza : se acerca lentamente siempre pidiendo unas caricias y se retira feliz.
En una ocasión lo adoptaron y lo devolvieron a los pocos días con la excusa de que no era feliz. Siempre ha vivido rodeado por la absurda creencia de que vivía feliz en el refugio y el nos mira y sigue esperando encontrar a la persona que de verdad sepa hacerle feliz, alguien que por el momento no ha aparecido, aunque no perdemos la esperanza de que aparezca ese adoptante y sepa ver lo que todos algunos sabemos, que es una gran vida desperdiciada entre cuatro paredes de un chenil. Se lleva bien con machos y hembras y se adaptaría bien a la vida de un piso, con paseos tranquilos y sosegados por un parque, muy poco le haría feliz.
ADOPTA !
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