Honey es una podenca joven de poco más de un año. Se vio por primera vez deambulando una rotonda de una carretera de circunvalación allá por los meses de octubre y noviembre del 2008, todavía cachorrita, atemorizada, siempre corriendo y esquivando milagrosamente a los coches. Así aprendió a sobrevivir en la calle junto a una intensa circulación.
Huidiza en extremo y totalmente desconfiada con los humanos se limitaba a acercarse a comer lo que las voluntarias le dejábamos cerca de un muro en un solar, cuando nos manteníamos a suficiente distancia para no estorbar su huida. Ningún método ni trampa fue eficaz para poder atraparla, y decidimos dejarla a la suerte de que se llegara a tiempo de salvarle la vida si algún día era atropellada.
Pero yo seguí un método “tradicional” y todos los días pasaba sobre la misma hora a dejarle su comida y alguna delicia que le provocara atención. Pasó el duro invierno, y tras días, semanas y meses confió lo suficiente en mí para dejarse acariciar y por último dejarse coger una noche de marzo en la que la metí en el coche, y mientras, ella clavaba sus ojos color miel en mi, como escudriñando mi interior e intentando convencerse de que aquello no era malo... desde entonces está en mi casa en acogida buscando una adopción que no llega…
No llega porque en España es de una raza desconocida para unos y demasiado “deseada” para otros, los cazadores, a los que nos negamos a entregar ningún perro. Y en la mayoría de países europeos, donde podría ser adoptada como otros semejantes a ella, no puede entrar debido precisamente a su mutilación.
Paradojas de la vida, sufre doble mutilación: la del salvaje que decidió que sus orejas estorbaban y sin contemplación segó a cuchilla estos apéndices, junto a su rabo desde la misma base, y la mutilación de negarle una valiosa oportunidad precisamente por haber sufrido esta práctica salvaje e ilegal, perseguida por la leyes en los países de Europa, destino de tantos perros abandonados en España. Por dicha mutilación no puede entrar en Austria, Suiza, Bélgica…porque allí si se hacen cumplir las leyes, y se persigue y se castiga este tipo de barbarie y por lo tanto está prohibida la entrada de perros mutilados.
No es justo ¿verdad?...¿por qué un galgo apaleado si puede tener esa suerte y Honey, que fue torturada, no?...la realidad es esa.
Es urgente buscarle una buena adopción a Honey, no puede seguir eternamente en acogida porque está quitando una oportunidad muy valiosa a otro necesitado y no es justo que acabe con sus huesos en la jaula de un refugio. Es un encanto de perrita que está dispuesta a ofrecer momentos increíbles y divertidos.
Se entrega con contrato de adopción, microchipada, esterilizada, vacunada y con seguimiento.
Contacto:
danaytara@hotmail.com
Gracias por la ayuda.
Ramona Jiménez
www.uprodea.org
