
Pues pese a lo bonita y cariñosa que es, a sus dueños no les bastó para mantenerla con ellos. Llegó el verano y como en tantos otros casos, no les compensó ocupar una plaza mas de su coche, o buscarle una residencia. Era mas fácil abandonarla en un pueblo, abriendo la puerta del coche, para que ella, confiada, bajara como tantas otras veces. Pero esta vez no fue igual. No bajaron con ella. No la esperaron. Arrancaron el coche y se alejaron. Al principio intentó seguirles, pero no pudo mas. Se quedó sóla. Por primera vez en su vida estaba sola.
Tiene aproximadamente un año y es un encanto con personas y animales. No dejemos que pase mucho en el refugio. Necesita una familia.
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