Este perro pequeño está aprendiendo con nosotros a que el mundo puede ser un lugar divertido y que ¡claro que se puede confiar en las personas! ¡Incluso jugar con ellas!
A veces todavía le cuesta un poquito y se hace el tímido y el remolón pero en cuanto le dedicas cuatro piropos es fácil seducirle y conseguir que sea él quien venga a por abrazos y caricias.
Está en Sevilla pero se envia a otras provincias.
Si tienes sitio para Pistacho en la familia, escríbenos: adopciones@elrefugioescuela.com
