Muy delgado, deshidratado y exhausto, decidió esperar quién sabe qué, bajo la breve sombra que le ofrecía una palmera. Mientras esperaba, la gente pasaba por su lado sin verlo, cómo no. Nosotros, sólo necesitamos un silbido y una palabra cariñosa para que Morgan se levantara y acudiera moviendo el rabo.
Ante el primer vistazo nos asustamos, parecía que Morgan tuviera el cuerpo quemado. No era así, afortunadamente, y el peque, lo que tenía, era el pelo embadurnado en grasa o alquitrán.
Morgan es un perro joven, no tendrá más de 2 años. Ha formado parte de la vida de alguien porque cuando te levantas, él va corriendo a traerte la correa. Se sienta y se tumba cuando se lo pides. Y sabe que eso del pipí y la caca, mucho mejor en la calle que en el salón.
Sobre la raza de Morgan, no sabemos, quizás un cruce de Perro de Aguas, pero qué más da. Es precioso, tiene un pelo de un bellísimo color crema y unos ojos color miel que enamoran.
Es dulce y tremendamente cariñoso. Un perro equilibrado capaz de convivir con otros perros sin ningún problema. Le gustan las personas, todas y de todos los tamaños, sexos y edades.
Morgan es un tesoro, un regalo, un dulce. Un perro que transmite paz, armonía y felicidad.
Está en Sevilla pero se envía a otras provincias, con vacunas y microchip y esterilizado.
Para más información contactar con adopciones@elrefugioescuela.com
Fotillos de Morgan aquí:
http://elrefugioescuela.com/dulce-morgan
