Ha sido abandonado en un pueblo de Murcia, con la suerte o mala suerte de ir a parar a una perrera. En ella vamos a hacer todo lo posible por encontrarle un buen hogar, sabiendo que a veces es difícil para perros como él, pero no nos rendiremos y trataremos de evitar a toda costa su sacrificio.
Todavía no le habían mutilado las orejas, por lo que es más guapo aún. Es que es un tiarrón lo miremos por donde lo miremos.
Pucko está en Murcia pero se envía a otras provincias con contrato de adopción y seguimiento.
Contacto: Nieves
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