Lía llegó muy delgada, con los primeros síntomas de la desnutrición. Tras varias semanas de cuidados y de comidas ricas, Lía se ha convertido en una preciosa perra.
Simpática y extrovertida como la mayoría de los bodegueros, su carácter la hace ideal para convivir en cualquier tipo de familia. Eso sí, una familia de gente muy linda a la que le guste eso de los abrazos, los besos, los arrumacos y las ñoñerías, y que tenga tanto de todo, que le sobre para dárselo a Lía.
A Lía le gusta todo el mundo, da igual si andan erguidos o lo hacen a cuatro patas. Le gusta disfrutar de juegos en el jardín tanto como estar en brazos. Y tiene toda la vida para enamorarte.
Para adoptarla escribe a:
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