Tan chico, tan vulnerable, tan inocente. Cándido e ingenuo sus horas se pasan entre juegos y siestas largas. Y su respiración agitada de bebé se calma en sueños mientras le susurramos palabras de amor.
Si quieres ser tú quien le susurre palabras de amor ahora y siempre, escríbenos: adopciones@elrefugioescuela.com

