gracias a todos, no voy a negar que es un palo impresionante, por mucho que fuese algo sabido y anunciado, aunque hoy en día hemos conseguido alargar la vida de nuestros peludos, no todos pueden llegar a los casi 18 años, así que hemos tenido mucho tiempo para convivir con nuestra azkena y disfrutar con ella.
lo cierto es que a pesar de sus males y achaques se mantenía bastante bien y era increíble los saltos que aún pegaba en la calle y las carreras que hacía de vez en cuando, por eso os ha pillado casi por sorpresa, su edema pulmonar este invierno y desde ahí, a pesar de haberle mejorado y tenerlo controlado, no ha levantado cabeza y en estas dos últimas semanas la vimos caer en picado (pero, aún así, ella seguía con sus saltitos y emociones varias), ya no es que se escapase el pis a diario (en algunas de sus salidas y aunque la sacásemos cinco veces) y me tocase fregotear las escaleras o la casa, o que de cada 10 veces que intentaba levantarse seis no podía sin ayuda, o que se cayese cada dos por tres, o que su demencia senil o alzheimer perruno, hubiese aumentado mucho, pero los cuatro últimos días dejó de comer, ni a la boca ni los mejores manjares.... la decisión se tomó para no dejarla degenerar mas y tenerla en un estado sin ninguna calidad de vida.
o damos todos las gracias por vuestras muestras de cariño.
Tali, por desgracia, cuando llega el momento, llega el momento. Y es muy fácil, y muy tentador, intentar alargarlo, recurrir al "un poquito más", para no tener que tomar la decisión. Es una de las decisiones más duras que, como dueños, nos toca tomar, entre otras cosas porque va en contra de nuestra naturaleza de "cuidadores": durante años hemos intentado cuidarles lo mejor posible, y de pronto nos toca decidir que ha llegado el momento de acabar con su vida. Pero, por duro que sea, es ya el último cuidado que podemos darles, la última ayuda que podemos prestarles: ayudarles a morir con dignidad y con el menor dolor posible. Es nuestro deber, y nos toca tragarnos las lágrimas y hacerlo, por ellos.
"Si a tu perro no le gusta una persona, probablemente a ti tampoco debería gustarte."
Cuando usted abandona un perro porque ya "no le sirve", sus hijos aprenden la lección.
Quizás hagan lo mismo con usted cuando sea un anciano. Piénselo.