He recordado una noche de mayo, hace justo 14 años. Cuando mi hermana y yo ya dormíamos, sonó el timbre, insistentemente. Mi madre vino a despertarme y me dijo que mirara quién había venido. Al salir al balcón, vi a un cachorro de color marrón justo debajo de la farola, y a mi padre escondido muy cerca. También he recordado las palabras que mi padre le dijo a mi madre: "no sé si te hago una gracia o una putada".
Luego he recordado a Milú jugando con mis peluches en el diván. Ese día me mordió la mano jugando, y acabé llorando, abrazada a él debajo del diván.
Después he visto el día en que Dama llegó a nuestra vida, el que siempre he considerado mi primer recuerdo con pies y cabeza. Ayudando a mi madre a mover un mueble, éste se resbaló y cayó encima de mi pie, rompiéndome la uña. Por aquel entonces, el CAP no abría a todas horas, así que tuvimos que ir en bus al hospital de Valls. Con el pie vendado, esperando el autobús para volver, vi a una bolita blanca jugando con unas chicas que no tendrían más de 15 años. Al acercarme a jugar con la bolita, me preguntaron que si la quería. Ante la negativa de mi madre, dijeron que tenían que dejarla en la carretera. Damita se vino con nosotras en taxi, dentro de una bolsa de la merienda que el taxista miraba de reojo...
He recordado a Dama persiguiendo a Milú por toda la casa, y les he visto dormir acurrucados en la terraza (dónde vivían).
Luego... me he acordado de ese día en que estaba jugando en la plaza y vi venir corriendo a mi madre con una cesta en brazos. Dentro iba Milú, temblando y gimiendo. Me dijo que iban al veterinario, que el perro estaba enfermo. Fue la última vez que lo vi.
Y al final, he visto la escena que me lo ha hecho recordar... Dama, con dos meses, llorando frente a la puerta de la terraza, buscando a su amigo. Estuvo varios días sin comer, sin jugar, buscándolo desesperadamente por la terraza. Hasta que alguien le dijo a mi madre que como no le permitiera estar todo el día con nosotros, se moriría de añoranza. Desde ese día Dama fue una más de la familia.
La misma escena, con casi catorce años de diferencia. Y sí, me ha hecho llorar.
